caratula del segundo tomo de Revolver, del que tenemos una copia. |
En
el año 2004* apareció un fanzine que tenía en su carátula
la frase que ves como título en esta entrada. Dos muchachos barranquilleros se
aventuraron a crear cómics en esta ciudad de carnavales, arroyos y de Junior tu papá.
Para ellos fue complicado salir de todas las copias que hicieron. Las vendieron a
mil pesos entre sus familias, amigos y conocidos, sin intermediarios. Solo
ellos.
Realmente,
conocer lo que pasaron en esa experiencia solo podrá ser posible si le
preguntas a Carlos Julio Ardila y Carlos García (conocido por sus graffitis de la mona lisa en las calles de Barranquilla), quienes tomaron la iniciativa de armar este fanzine y darlo a conocer, para ver qué tal.
Para algunos, solo pasaron
desapercibidos, pero para nosotros fue una muestra de lo mucho que se ha
intentado en este país el hacer cómics como profesionales.
El segundo número (que es el que pudimos conocer) consta de 3 historias cortas, cada una de un autor diferente con estilos muy particulares. La primera de ellas es el relato de un joven que ama el cine no comercial, ambientado en las calles barranquilleras. El segundo es la historia de unos amigos en la que se confunde la realidad con el juego del policia y el ladrón. Y la tercera es un jocoso encuentro entre la muerte y su próxima victima.
El segundo número (que es el que pudimos conocer) consta de 3 historias cortas, cada una de un autor diferente con estilos muy particulares. La primera de ellas es el relato de un joven que ama el cine no comercial, ambientado en las calles barranquilleras. El segundo es la historia de unos amigos en la que se confunde la realidad con el juego del policia y el ladrón. Y la tercera es un jocoso encuentro entre la muerte y su próxima victima.
Hoy
en dia fundaron ONIRIKA, una escuela de arte en la que puedes aprender a
dibujar y mucho más. Está ubicada en donde quedaba anteriormente SHIN SHEDAI,
que era la propia meca del ocio en los noventas, donde habían videojuegos,
clases de dibujo, pintura y demás.
Aunque ahora no se dedican a los cómics, y tal vez piensen que en nuestro país el cómic no despega o que lo mejor sería dedicarse a la animación, el arte que manejan es muy bueno, una muestra más de que hay tanto talento por estas tierras, buscando una expresión diferente.